MetroCiencia Vol. 31 Nº 3 (2023)
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cia del 21%, en Estados Unidos 26%, en
Australia 23% y en Latinoamérica excede
el 50% (Argentina, Chile, Brasil, Paraguay
y México). En Ecuador, en el año 2014, el
índice de cesáreas, sólo del Ministerio de
Salud Pública, fue del 41%
4
. Se considera
un embarazo ectópico a nivel de cicatriz
de cesárea, cuando el saco gestacional se
implanta en el tejido fibroso que rodea a la
cicatriz uterina de una cesárea anterior y
se cubre por miometrio
5
.
Dentro de sus potenciales complicaciones
se encuentran: rotura uterina, hemorragia
severa, predisposición al acretismo/per-
cretismo placentario, con posible invasión
a estructuras cercanas y pérdida de la fer-
tilidad. Otras importantes complicaciones
incluyen, shock hipovolémico, coagulo-
patía intravascular diseminada y muerte,
principalmente asociados a hemorragia
severa. Asesorar a las pacientes con un
embarazo ectópico a nivel de la cicatriz de
cesárea previa, plantea importantes desa-
fíos debido a las morbilidades asociadas,
el deseo de una futura fertilidad, conside-
raciones éticas/religiosas sobre la viabili-
dad fetal, y lo más importante, por falta de
consenso sobre el enfoque terapéutico
6,7
.
Su prevalencia oscila entre 1:1800 y 1:2216
embarazos ectópicos, en mujeres con ce-
sárea previa. Se han documentado dife-
rentes mecanismos de implantación, entre
ellos, la migración del embrión, a través de
un defecto de cuña en el segmento uterino
inferior (istmocele) o de una fístula micros-
cópica en la cicatriz. Igualmente se han
descrito 2 tipos de embarazo ectópico, en
la cicatriz de cesárea. Uno de los cuales
crece hacia la cavidad uterina, hacia el es-
pacio cérvico-ístmico (endógeno) y el otro
crece hacia el exterior uterino, hacia veji-
ga/pared abdominal (exógeno), pudiendo
el primero llegar a término, mientras que el
segundo puede progresar hacia rotura ute-
rina e invadir otras estructuras pélvicas
3,8
.
El primer caso de embarazo ectópico a ni-
vel de cicatriz de cesárea previa, fue do-
cumentado en el año 1978 por Larsen y
Solomon. Los factores de riesgo de esta
patología no están esclarecidos en su to-
talidad; al parecer tener más de una cesá-
rea, no aumenta el riesgo. En un estudio de
casos y controles, donde se incluyeron 112
casos de embarazos ectópicos en cicatriz
de cesárea, se reportó que un 52% tenían
solo una cesárea, el 36% de las pacientes
tenían 2 cesáreas previas, el 12% más de 2
y un 52% tenían solo una cesárea previa
9
.
Coincidiendo este hallazgo con nuestro
caso clínico.
Otros factores de riegos mencionados
en la literatura, son la realización de una
cesárea, cuando el segmento uterino no
se encuentra desarrollado por completo,
como es el caso de cesáreas electivas o
pretérmino. Cirugías como legrados uteri-
nos, miomectomías o histeroscopías, tam-
bién pueden formar este tipo de cicatrices.
Respecto a las manifestaciones clínicas,
gran parte de las pacientes acuden a con-
sulta por sangrado vaginal (38,6%), que
se acompaña de dolor abdominopélvico
(24,6%), sin embargo, estudios reportaron
que en un 36,8% se presentaron asinto-
máticas. Un punto muy importante a con-
siderar en las pacientes que acuden con
sangrado vaginal, es que, en ocasiones,
secundario a una ruptura uterina, puede
desarrollar un abdomen agudo, llegando
a comprometer la vida de la paciente, por
ende, es de vital importancia la realización
de una correcta anamnesis y un adecuado
examen físico
5,6
.
La herramienta diagnóstica de primera lí-
nea es la ecografía transvaginal, la cual
debe cumplir los criterios detallados en la
tabla 2
8
.
Abdo-Rojas ME; Suárez-López LF; Narváez-Cervantes DF; Trujillo-Pazmiño MG