MetroCiencia Vol. 31 Nº 3 (2023)
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ARTÍCULO ORIGINAL: Enfermedad renal crónica en la población ecuatoriana y su
impacto en la actividad trasplantológica
Tratamiento de la enfermedad renal cró-
nica
El tratamiento de la enfermedad renal cróni-
ca (ERC) se basa en un enfoque multifacé-
tico que abarca diferentes estrategias tera-
péuticas para controlar la progresión de la
enfermedad y minimizar las complicaciones
asociadas
13
. En términos farmacológicos,
los inhibidores del sistema renina-angioten-
sina-aldosterona (IECA) y los bloqueadores
de los receptores de angiotensina II (BRA
II) desempeñan un papel fundamental. Es-
tos fármacos han demostrado reducir la
proteinuria y disminuir la presión arterial,
protegiendo así la función renal. Además,
la introducción de agentes moduladores de
la enfermedad, como los inhibidores de la
enzima convertidora de endotelina (ECE),
ha mostrado beneficios adicionales en la re-
ducción de la proteinuria en pacientes con
ERC
14
.
En casos de falla renal (ERC en estadio 5), la
terapia de reemplazo renal se vuelve nece-
saria
15
. La diálisis, tanto hemodiálisis como
diálisis peritoneal, es utilizada para eliminar
los desechos y el exceso de líquidos del or-
ganismo cuando la función renal está muy
comprometida
16
. Por otro lado, el trasplan-
te renal es considerado el tratamiento de
elección en pacientes seleccionados, ya
que proporciona una mejor calidad de vida
y una mayor supervivencia en comparación
con la diálisis. Sin embargo, el trasplante
renal está limitado por la disponibilidad de
donantes y los desafíos asociados con el
rechazo del órgano trasplantado
17-18
.
Además de las intervenciones farmacológi-
cas y de reemplazo renal, se ha reconocido
el valor de las intervenciones no farmacoló-
gicas en el manejo de la ERC. La modifica-
ción del estilo de vida, incluyendo la adop-
ción de una dieta baja en sal y proteínas,
la pérdida de peso en pacientes con obe-
sidad, y el control de los factores de riesgo
cardiovascular, como la hipertensión arte-
rial y la diabetes, pueden ayudar a retrasar
la progresión de la enfermedad. Asimismo,
la educación del paciente y el apoyo psi-
cosocial desempeñan un papel esencial
para mejorar la adherencia al tratamiento, la
comprensión de la enfermedad y el manejo
de los síntomas
19
.
Criterios para recibir un trasplante renal
Los criterios para ser considerado como
candidato para un trasplante renal son rigu-
rosos y se basan en la evaluación de varios
aspectos. En primer lugar, se evalúa la etio-
logía de la enfermedad renal crónica (ERC),
priorizando a aquellos pacientes cuya ERC
es irreversible y progresa rápidamente. Las
enfermedades renales más comunes que
pueden ser indicaciones para un trasplante
renal son la glomerulonefritis, la enferme-
dad renal poliquística y la diabetes mellitus
tipo 1 y 2
20
.
Además, se toman en cuenta factores como
la edad del paciente y su estado general de
salud. Generalmente, los pacientes meno-
res de 70 años con buena condición física
y sin enfermedades crónicas adicionales
graves tienen mayores probabilidades de
ser considerados para un trasplante renal.
Se realiza una evaluación exhaustiva de la
función cardiaca, pulmonar y hepática; así
como, la presencia de enfermedades infec-
ciosas o malignas que puedan contraindi-
car el trasplante.
Asimismo, se considera la compatibilidad
inmunológica entre el donante y el receptor,
a través de pruebas de histocompatibilidad
y detección de anticuerpos. Se realiza un
cruce entre los antígenos del donante y del
receptor para minimizar el riesgo de recha-
zo del órgano trasplantado. Además, se lle-
va a cabo una evaluación psicológica y so-
cial para asegurar que el paciente tenga el
apoyo emocional y los recursos necesarios
para afrontar el proceso del trasplante y el
seguimiento posterior
21
.